La clave del presente: El bíblico plato de lentejas por el que Esaú cede en broma su primogenitura. Otro primogénito, el de esta novela, es arrojado por la pérdida simbólica del padre a un mar plagado de faros tan engañosos como seductores, obligado a una búsqueda sin sosiego de su primogenitura indescifrable.
La transgresión recorre un amplio registro, sexual y social; la sangre, que oscurece los ojos ante los más sórdidos deseos, acaba por derramarse en el crimen.
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.